Soneto.-
Viendo quizás como la planta crece
bajo tierra a partir de la semilla,
no quiero que me rompan la mejilla
pensando que mi cuerpo lo merece.
Seguro estoy que nunca me apetece
que un verdugo me pase por la quilla,
mientras quien se pasea por la orilla
a salvo de placer mudo enloquece.
Pudiera ser que quien la ley impone
aplicando sus normas inmorales
por la gran superficie del planeta,
que humanamente el cielo me perdone
si causando desgracias infernales
ya en el cielo le admiten la receta.-
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