Soneto.-
Cuando el ego levanta sus antenas
fácil podría no salir ileso,
quizás diríamos que un poco tieso
al pretender disimular sus penas.
Pues siendo experto en enredar faenas
a nadie da de gratis nunca un beso,
porque al ser egoísta ya en exceso
ni la sangre se saca de las venas.
Porque nunca jamás se satisface
y conservar no le interesa amigos
que le pretendan mantener a raya,
no sea que a traición alguien le cace
teniendo como tiene ya enemigos
a buen seguro allá donde los haya.
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