SONETO.-
Fue mi padre un esclavo empedernido
lleno de honestidad y de paciencia,
que encajando los golpes en su esencia
una vez muerto yace en el olvido
De sol a sol curró por lo comido
dejándose la médula a conciencia,
porque modelo fue de la decencia
al dejarse la piel por lo servido.
Decir “no quiero”, dicen , no sabía
ni por su raciocinio le pasaba
fiel al silbato del ordeno y mando,
que fácil y muy cómodo sería
el dejarse llevar por quien pagaba
sin idea del cómo ni del cuándo.-
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