SONETO.-
Ajustando la vida a mi conciencia
mis silencios con arte los coloco,
cuando evitándome cualquier sofoco
sanos son mis remedios en esencia.
A gusto pagaré la penitencia
por más que el beneficio fuera poco,
o que los lúcidos me den por loco
y por alto se pasen mi decencia.
Pero siendo tan pocos mis poderes
tan veniales serán mis pecados
que algún perdón merecen con premura,
que siendo tan escasos mis haberes
al morir quedarán todos gastados
ocultos bajo leve sepultura.
Luis Perez.-
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