Repleto de ilusiones
os felicito yo las NAVIDADES,
porque frágiles son las voluntades
y compartir pretendo mis más bellas razones.
Porque sufrir ya sufren nuestros corazones
de multitud de rudas vanidades
viendo que quien esconde las verdades
nos casca sus marrones.
Será que la esperanza no se pierde
mientras la voluntad de pie no se constipe
y redonda se caiga por los suelos,
aunque al final descanse sobre una alfombra verde
e incluso se reponga de la gripe
si del lío se escapa, quién sabe, por los pelos.
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