Se nos acaba el año
y cantar no podemos sus venturas
pues caras nos resultan las facturas,
y por lo lo que se ve, difícil está el paño.
Yo ya, según mis cuentas, con muy poco me apaño
si no cometo cándidas locuras,
liándome mogollón con ataduras
que me produzcan daño.
Para el tiempo que encima se nos viene
mucha felicidad a todos os deseo
a pesar de que nadie lo prevea,
porque la voluntad de nuevo se oxigene
sin complicarnos en ningún jaleo
que baje Dios del cielo y que también lo vea.-
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