El romance del pan y la cebolla
suena a primera vista muy bonito,
que yo no pongo nada ni le quito
a quien de esa manera así se enrolla.
Porque al vivir colgado de una argolla
se puede terminar bastante frito,
hasta la coronilla ya repito
pudiendo reventar la misma Troya.
Que en la cama las cosas son distintas
y tanto, con el frío del invierno
que pegados se duerme de película,
y no colega, como tú las pintas
con tu constante sinvivir eterno
protestando al sopor de la canícula.-
Luis Perez.-
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