TRATANDO DE ALCANZAR FAVOR DIVINO
Tratando de alcanzar favor divino
se encomendó señor aquel poeta,
que metiendo su piel en la probeta
creyó ser Marcelino pan y vino.
Pero luego ignorando que su sino
estaba aún muy lejos de la meta,
se dispuso a correr como un atleta
hasta que derrotado como un chino
no consiguió pasar del Vaticano,
lugar donde sabuesos cardenales
organizan las dádivas del cielo,
aunque prediquen hoy que Dios en vano
perdonar nos pudiera dos reales
si nos dejáramos tomar el pelo.-
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