El cerebro les pudre tanta pasta
que hasta olvidar les lleva la miseria,
y aunque antaño la vieran, cosa seria,
hoy se revuelcan juntos con la CASTA.
Bromas las justas hoy nadie las gasta
sin entrar por las malas en materia,
cuando víctimas somos de la histeria
que de robarle siempre al pueblo basta.
Que de estómagos tan agradecidos
está repleto, diablos, el planeta
-aquí en España y en el mundo entero-
tanto que de promesas aburridos
pedimos que se acabe ya la teta
de la que chupan todos el dinero.-
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