OJALÁ MI SEÑOR NO SE ARREPIENTA
Ojalá mi señor no se arrepienta,
que siendo tan versado marinero
yo allá en la mar como en Castilla arriero,
al sol le llevaré que más calienta.
Para desayunar pan con pimienta
si con suerte engañamos al ventero,
pues yendo de aventura sin dinero
me quedaré sin ínsula y sin renta.
Igual su Dulcinea del Toboso
espera de nosotros la fortuna
que no risas, bondad y disparates.
Será que siendo usted meticuloso
mujer sensata no verá ninguna
que no le tire piedras o tomates.-
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