METIDO EN MI ESCAFANDRA BIEN QUE NADO
Metido en mi escafandra bien que nado
en las aguas profundas del Atlántico,
porque si un cefalópodo romántico
se me acerca a cantarme un bello fado,
ya podría sentirme desdichado
si incapaz fuera de escuchar su cántico,
o si dándole un símil tan semántico
apresar no pudiera algún pescado.
Yo de la Carbonero nada sé
y aún menos del look de la Shakira
que viejo ya, no estoy para jaleos,
mejor con doña Adriana tome un té
y para ti, que humor tienes la tira,
te dejo el atracón de los meneos.-
|