Soneto.-
Cuando acaba la vida de la escuela
se nos viene la escuela de la vida,
que tal vez levemente definida
podría ser como un dolor de muela.
Así que quien no clave bien la suela
en el suelo, que emprenda veloz la huida,
o mejor se dedique a la bebida
si es que sigue el consejo de la abuela.
Pues aquí ya se inician los apuros
que dará con los huesos en el hoyo
mientras se pasan lúgubres los años,
de forma que patéticos y oscuros
se muestran mis caminos, sin apoyo
porque de nada sirvan los apaños.
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