Soneto.-
Quien guarda los botines del saqueo
nunca reparte por igual la pasta,
y quizás en sus juergas se lo gasta
mientras piensa en su próximo trofeo.
Pues no falto de fe, por lo que veo,
de nuevo ejercerá su acción nefasta
porque el vicio le viene ya de casta,
viajando tan a gusto en su trineo.
Justo ha de ser el dicho que predica
de quien robe a un ladrón a dios no ofenda
que cientos de años tenga de perdón,
lo cual también aprueba y significa
que cualquier mentecato se defienda
hasta hacernos perder hoy la razón.-
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