Soneto.-
De niño tan ajeno disfrutaba
de todo aquello que salía al paso,
seguro de que cerca del ocaso
mi sueño más dorado me esperaba.
Pues mientras que la vida así burlaba
del peligro no hacía nunca caso,
porque lejos estaba del fracaso
y la culpa ni en bromas me asediaba.
De adulto todo cambia de repente
al llenar la razón de obligaciones
cercado entre el trabajo y el sistema,
del cual resurge fiero algún pariente
pretendiendo pisarte los talones
venga usted a saber con qué problema.-
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