SONETO.- MALA MUY MALA
Una serpiente atroz en mi alma escondo,
de hacer el mal está siempre sedienta,
y aunque cumplidos tengo los sesenta
mis ansiedades nunca tocan fondo.
Quizás haciendo el círculo redondo
de tan picante el hígado revienta,
y ni siquiera hiel con mucha menta
me podrían poner a mí cachondo.
Y es que Cruella de Vil duerme en mi seno
en busca de pieles de animales
que si fueran domésticos, mejor,
tanto que por los ojos el veneno
multiplica por mil todos sus males,
y a la quinta potencia su dolor.-
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