SALVAR LA SINRAZÓN DE LAS POLILLAS
Salvar la sinrazón de las polillas
hoy me propongo siendo jubilado
porque vivir no puedo ya callado
y menos si me crujen las mejillas.
Quizás me tiemblan mucho las rodillas
después de haberme visto abandonado
al ver sus curvas, dios, embelesado
habiendo andado mil trescientas millas.
Así que cuídese mi lord sus gajes
que en esta vida todo aquí se paga
por más que lo contrario usted se crea,
hasta el punto que lejos de sus pajes
hoy su propia saliva ya se traga
al tener que bailar con la más fea.
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