AHORA DIGO, CUÍDATE DE HACIENDA
Ahora digo, cuídate de hacienda
que se ha de llevar un buen bocado,
que por el mundo voy yo de abogado
del pobre que el castor me recomienda.
Pues me conozco de verdad la senda
de la que terminé tieso y cansado,
mirando como el más beneficiado
a los pobres les roba la merienda.
De veras Don José le felicito
y si se muestra la ocasión, repita,
que de tu parte está el Señor que ayuda
a quien honrado duerme medio frito
al esperar de algún patrón la cita
que vara en mano el cuerpo le sacuda.-
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