Soneto.-
Si mi yo racional y moderado
hieres con tus palabras resentidas,
harta ya de emociones comprimidas
sacas a relucir el ego hastiado.
No pienso que me sienta castigado
oyendo semejantes embestidas,
aunque sí las prefiera comedidas
para escucharte menos agobiado.
Sin controlar mi corazón azotas
al vernos para siempre desunidos
incapaces de dar vida a los sueños,
porque la fuerza del amor agotas
al pillarnos quizás desprevenidos
echando por tierra todos los empeños.-
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