Soneto.-
Si pobre de fe anduve despistado,
previendo recibir cualquier sorpresa,
encontrarme no espero una princesa
aunque a su vera fuese abandonado.
¿Pero a dónde podría mirar fiado
y descansar tranquilo con mi presa,
si no logro soñar de forma expresa
sin recelar ningún riesgo a mi lado?
Quizás nunca me pueda despertar
lejos de quien quisiera desearme
al ser ferviente y fiel aventurero,
que ansioso de poder a Dios amar,
de quien nada conozco, abrazarme
no logro nunca, al nido que más quiero.
|