Soneto.-
Soledad a menudo necesito,
para así colocar mis pensamientos
a salvo de los choques virulentos,
y que me puedan importar un pito.
Quizás me sobre todo requisito
para justificar mis argumentos,
pues jamás justifico mandamientos
que me puedan quitar el apetito.
Porque tanto los dogmas me molestan
y tantas opiniones me enloquecen
que tanta discusión me contamina,
incluso sobre asuntos que detestan
razones de las cuales hoy carecen
los credos de cualquier sutil doctrina.
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