Soneto.-
Si al menos estuviera prevenido,
no sería un decir, por ti me muero,
cuando dudé si amar con mucho esmero
me facilitaría el huir del nido.
Hasta puede que viva consentido
cosechando mi fama de agorero,
y sienta consumir mi amor entero
soñando entre los ojos de cupido.
Pero poco entusiasta a las peleas
no quiera Dios encuentre mi otra estima
donde las llagas más queman y duelen,
porque pocas serían las ideas
que tal vez trasladadas a la sima
de sus propias raíces, no recelen.
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