Soneto.-
Oh, claro que el amor será belleza,
que al nutrirse del fruto más querido
nos limpia el corazón desinhibido,
puesto a salvo de toda sutileza;
que de en medio elimina la tristeza,
dotando al alma del mejor sentido
en un planeta opaco y afligido,
donde el odio se mueve con destreza.
Que viva sin prejuicios ni temores
todo ese amor que campa verdadero
llenando de alegría nuestra mente,
porque al ser tan honesto e inocente
y mostrar sin segundas sus favores,
así será seguro de sincero.
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