Soneto.-
Pues no resulta fácil ni posible
el llevar vida sana y duradera,
cuando el amor no admite más espera
siendo con la vileza incompatible.
Y por que soy bastante susceptible
recordando lo pobre que ya fuera,
nunca me lucirá la primavera
de forma inesperada y previsible.
Porque alma que no siente ni padece
de piedra ha de tener los sentimientos,
si acaso se debate con su gloria
desprotegiendo cuánto le apetece
sin contabilizar los sufrimientos
que a buen seguro ronden su memoria.
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