SONETO.-
A buen seguro que el miedo inmoviliza
y gritar no nos deja por la calle,
por si acaso una bomba nos estalle
o los guardas nos den una paliza.
Así toda sospecha se agudiza
dejando que el poder nos avasalle,
evitando que nadie entre en detalle
por si sus vericuetos analiza.
De la justicia igual para todos,
a tenor de lo visto, es puro cuento,
pues una vez que se revuelven lodos
de nada sirve el falso sentimiento
viendo como se agravan hoy los modos
si al rico se le mueve el pavimento.
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