A veces los recuerdos nos traicionan
se burlan de nosotros, nos sorprenden
cuando prometieron marcharse para siempre,
juramentaron que nunca más regresarían
que convertidos en bruma y frío morirían.
Pero esta tarde que cerré puertas y ventanas
y en mi casa ya no existen las huellas del pasado,
me asaltaron sin piedad con la furia de los vientos
frases de amor, canciones viejas, una voz, una mirada.
Yo pensé que jamás confesaría algún dolor, alguna pena,
hoy debo decirles que los recuerdos nunca mueren
que simplemente duermen y sin llamarlos, vuelven.
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