LLAMAR NO QUIERO A NADIE YO BASTARDO
Llamar no quiero a nadie yo bastardo
aunque muchos banqueros lo merecen,
aquellos que de escrpulos carecen
y que sin miedo se les ponga a cardo.
Yo muy malos recuerdos an guardo
al constatar como estas ratas crecen,
aunque rosarios y rosarios recen
juntas en el cenculo del Pardo.
As los privilegios de la casta
a sus propios gestores alimentan
siempre que se devuelvan los favores,
que como dice el dicho, por la pasta
las liebres bailarn si no revientan
por falta de inters o desamores.-
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