Soneto.-
Como si fuera un saco de ansiedades
va andando sobre piernas inseguras,
porque si justifica sus facturas
tendría que ocultar sus vanidades.
Porque poco se cuentan las verdades,
de aquel que al sufragar sus aventuras
podría hasta rasgar sus vestiduras,
negando a sus ilícitos cofrades.
Y peor que defiendan el entuerto
como moneda de pagar favores
en esta España nuestra que es de todos,
cuando jamás responderán del muerto
aunque en la piel le salgan los colores
al darse de mamporros con sus codos.
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