Soneto cautivo.-***
No temo que te vayas
sino que vuelvas convertida en lobo
porque creas que soy bastante bobo
y sin demora pierdo contigo las batallas.
Ya sé que muchas veces sin razón te desmayas
cuando el ombligo a veces yo te sobo
porque al placer tu pundonor le robo
y tú bien te callas.
Y tan claro lo sé por experiencia
que tan pronto te veo abandono la silla
en la cual reflexiono mis prejuicios,
tanto que me rechina a veces la conciencia
tratando de alcanzar así la orilla
previo pago, diría, de muchos sacrificios.
|