Gracias querida tía por tu por bella sonrisa,
por tus ojos peregrinos,
por tus consejos y cariño,
por los ratos tan amenos
que contigo disfruté,
por tus bailes e imitaciones,
por tus exquisitas recetas,
por tu belleza, picardía y salero,
por haber sido mi tía y brindarme
tu amor y alegría,
gracias Olga María.
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