NO QUIERO QUE ME LLAMEN MENTIROSO
No quiero que me llamen mentiroso,
si alguna vez mostrando mis sudores
he de tumbarme al sol de mil amores,
cuidando no me coma entero un oso.
Quien sabe si al sentirme poderoso
mi guarida la adorno de colores,
y según la ocasión también de honores
hogareños, al ser meticuloso.
Pudiera ser que liándome la manta
y la sábana azul a la cabeza
saber no quiero nada de este mundo,
si un negocio el deporte es que me espanta,
el presidente al fin, ¡menuda pieza!
que a nadie yo ya aguanto ni un segundo.-
|