SONETO.-
No hacerme derogar siempre procuro
aunque me pueda ver comprometido,
pues desde que salí tieso del nido
nunca se me muestra fácil el futuro.
Y eso que sin propósitos carburo
hasta acabar de trabajar molido,
porque hacer el zoquete no he sabido
delante de los ángeles, lo juro.
Pues muy lejos aún de pretenderlo
mis pieles he dejado en la faena
llegando incluso a descuidar la vida,
tanto que muy valiente fui sin serlo
por llevar a los capos a la trena
que acusarme pudiera de suicida.
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