SONETO.-
Cuando la dicha y la desdicha huyen
alternando sus turnos de por vida,
será que nada existe que lo impida
y como pueden ambas se escabullen.
Pues a la par sus tiempos distribuyen,
porque existir no exista mas salida
que quitar de la mente toda brida,
y a compensar la brecha contribuyen.
Fácil que con un poco de cordura
y una exquisita dosis de prudencia
la dicha y la desdicha reaccionen,
que pagar perjudica la factura
y ajenas no parecen las conciencias
para que juntas de verdad razonen.-
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