SONETO.-
Permitamos que el alma nos dirija
con gestos de bondad y de ternura,
cuando en este planeta de locura
mal sienta que cualquiera nos corrija.
Y mucho más que sin razón se exija
pasar sin beneficios la factura,
de quien actuando sin mayor mesura
de sus actos nos lleva la manija.
Que salvajes no somos desde luego
como pudieran ser los animales
cuando atender no atienen a razones,
aunque bastantes listos den el pego
al repartir sin corazón sus males
y la envidia por todos los rincones.-
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