SONETO.-
No me quiero mofar de mi simpleza
si parecer pudiera hoy inocente,
porque siendo conmigo coherente
astuto me manejo con destreza.
Pudiera ser que la menor belleza
me resulte a los ojos convincente,
si manejada por cualquier demente
al prójimo ofreciera su vileza.
Y es que de mis marrones no me escondo
cuando la perfección me planteo
que caerme pudiera de narices,
resultando culpable por cachondo,
o quizás por hacer de pato feo
tratando de tapar las cicatrices.-
|