SONETO.-
Intento ser testigo coherente
de cuanto se revuelve en mi cabeza,
aunque a menudo lleno de pereza
reflexionar me cuesta con la mente.
Y es que si me traiciona el inconsciente
se malogra cualquier delicadeza,
si para colmo, como el dicho reza
los platos rotos paga el inocente.
Será que bicho grande come al chico
dando valor a toda ley de vida
sabiendo que la ética no existe,
si todos los derechos copa el rico
hasta que nadie con pudor lo impida
si en el empeño el muy gruñón persiste.
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