Soneto.-
Si solamente viera los fulgores
de lo que estimo fiel y verdadero,
bien podría comprarme un buen lucero
del cual colgar mi edén de animadores.
Pero si nunca cuido los colores
y mantengo el propósito de acero,
no seré yo el primer titiritero
que no se alegre que le tiren flores.
Pues parece que nunca me percato
que el salir del infierno no me importa
si de alfombras recubren mi camino,
si preveo evitar al mentecato
que por hacerme daño se comporta
como cualquier patoso torbellino.
|