Soneto.-
Cuando el hombre perfora sus cimientos,
sabedor de que toda su existencia
se basa en el pilar de una creencia,
fácil será llevado por los vientos.
Y sin querer juzgar sus argumentos
cierra los ojos ante la evidencia,
porque si triunfa limpia la apariencia
nadie verá por medio sus sarmientos.
Seguro que otro gallo cantaría
si quitando al concepto sus raíces
se encontrase viviendo ante el presente,
donde sin más razones quedaría
para apostar con todas sus narices
el papel que mejor le represente.
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