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DE MENOS ECHO EL SOL DE MEDIODÍA
De menos echo el sol de mediodía
cuando a cubierto calzo mis zapatos,
cuando al sentirme todo un Dios a ratos
considero la gloria toda mía.
Quien sabe si a raudales simpatía
me sobra al manejar mis alegatos,
como en las charcas hacen muchos patos
una vez se han lucido por la ría.
Verás, cuando se pasan los sesenta
con muy poco se cubren los deseos
y hacia delante tiras tan a gusto,
porque rápido vienen los setenta
y ni atención le prestas a jaleos
por los que ayer subías un arbusto.
2
CUANDO TODA ILUSIÓN DESAPARECE
Cuando toda ilusión desaparece
cualquier tinglado se nos viene abajo,
como si de repente y al carajo
nos mandara el azar, según parece.
Pensar así, de lógica carece,
porque arrancar la piel toda de cuajo
sin ningún homenaje ni agasajo,
si digo la verdad, no me apetece.
De momento los dientes me la juegan
y me tienen comiendo dieta blanda
por un tiempo quizás no definido.
Pudiera ser que los achaques llegan
también cuando termina la parranda,
hasta obligarnos a volver al nido.-
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