Nunca te dije que lloré en silencio por tu ausencia
que pasé noches enteras buscando una respuesta
que sufrí al saber que irremediablemente te perdía
y que sentí que un negro pozo sin fondo me tragaba
nunca te dije que mil veces recorrí la oscura noche
aquella noche de mis lúgubres y tristes pensamientos
pensando que no había una razón para seguir viviendo
torturado por aquellas palabras que murieron en mis labios.

Nunca te dije que mi corazón se comportaba como un niño
que caprichosamente rechazaba el amor que me ofrecías
no podía entender que tú eras el agua pura y sanadora
aquella que al final sería el bálsamo para curar mi herida.

Es por eso que hoy escribo en estos mal hilvanados versos
las palabras que quizás por este tonto orgullo nunca dije
ahora te digo; amor mío, fuiste el ángel que tendió su mano
para salvarme del abismo que yo construí con mis silencios
ya no callará mi boca cuando un sentimiento en mi alma grite
con una espada de fuego mataré la serpiente de mis dudas.

Mister Chechey