Soneto
Tocar tu cuerpo mucho me provoca
hasta elevarme incauto all en los cielos,
yo no s si por ti sintiera celos
verte desnuda y a pedir de boca.
Quien sabe si mi mente se equivoca,
cuando en tu ausencia sufre desconsuelos
al aorar tu piel de caramelos,
que de pensarlo slo se coloca.
Muy dbil es mi carne amiga ma
y mis huesos no son, por dios, de palo,
pues al dejar de lado los prejuicios,
suean con reclamar la fantasa
que suponen tus besos un regalo
al calmar mis deseos de sus vicios.
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