Soneto.-
Con dos cuatrienios, Dios, un diputado
una pensin se gana vitalicia,
y como es natural se beneficia
en su poltrona, cielos, de prestado.
Por contra, sin razn, cualquier pringado
cuatro dcadas traga su codicia,
hasta que la miseria le desquicia
si cobra tres reales de amargado.
De mala fe se cubren los polticos
cuando a los pueblos piden luego el voto
llenando de mentiras sus promesas,
tanto que sufren clicos nefrticos
cuando vender nos venden bien la moto
repleta de fisuras y sorpresas.
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