SONETO.-
Todo arrepentimiento llega tarde
cuando el daño consigue su objetivo,
si es que a decirlo igual se llega vivo
por falta de tesón, o por cobarde.
Quiera Dios que del fuego me resguarde
si viendo al adversario, no le esquivo
tal vez porque mostrándome agresivo
crea que algún apaño aún me guarde.
Pues si pedir perdón no cuesta nada
pudor ninguno tiene quien delinque
acudiendo a las sedes judiciales,
tanto que con la mente relajada
objeción no pondrá que se le trinque
cometiendo cualquier tipo de males.-
|