SONETO.-
Porque conforme andamos el camino
decidimos también nuestro futuro,
aunque resulte muchas veces duro
y hasta perder nos lleve igual el tino.
Por eso yo con una copa de vino
por el mundo contento voy, lo juro,
y feliz moriré, también auguro,
sin esperar ningún sutil destino.
Que harto ya me tienen a creencias
cantidad de devotos santurrones
saturados de miedo ante la nada,
que imponiendo tal vez sus penitencias
a discreción disparan sus sermones,
algunos con estoque y con la espada.-
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