SONETO.-
Quienes amor profesan, lo reciben
quien sabe si en las mismas proporciones,
o se les facilita por raciones
si los demás de darlo, igual se inhiben.
Venga usted a saber si quienes viven
libres de todo mal entre algodones,
pagan por evitarse los follones
y medrar a los débiles prohíben.
Que a veces no es amor lo que reluce
sino, demonios, todo lo contrario
tal y como lo pinta la experiencia,
cuando en un cuento chino se traduce
y la bondad queda en el armario
dando golpes de pecho a la conciencia.-
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