SONETO.-
Despreciar no se debe la apariencia
ante la cual seremos prejuzgados,
y por tales motivos despreciados
si la piel no cuidamos a conciencia.
Será que lo que somos en esencia
se oculta con papeles ensayados,
y como los dibujos animados
cambiando vamos nuestra adolescencia.
Igual cuando llegamos a mayores
recuperamos nuestra compostura,
aquella que teníamos de niños,
aquella con la cual entre las flores
amar podríamos con gran dulzura
porque temor no daba dar cariños.-
|