Soneto.-
Si no tuviera un firme pensamiento
andaría por caminos más seguros,
garantizando álgidos futuros
como prueba de un óptimo talento.
Y antes que nada cuido el fundamento
sin saltar a lo loco gruesos muros,
pues si los sabios son más bien maduros
nunca debo perder el buen aliento.
Porque al tomar senderos escarpados
un presente muy lúgubre me espera
a tenor del perfil de algunos jueces,
como juzgan los monjes condenados
al jurar por narices su bandera
multiplicando panes con los peces.
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