Tan mala no es la prudencia
si armados están tus pies,
midiendo la resistencia
que te permita el arnés.
Tan mala no es la prudencia
al proteger tu pellejo,
como dicta la conciencia
de todo el que llega a viejo.
Y tan grande es tu confianza
si armados están tus pies
que se establece una alianza
de ida y vuelta y al revés
Porque viendo tu apariencia,
escala hasta donde puedas
midiendo la resistencia,
que colgado no te quedas
Que la soga sea larga
sin que te pueda el estrés,
que nunca exceda la carga
que te permita el arnés.
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