Soneto Cruzado.-
Una vez se desatan los instintos
es cuando vemos lo animal que somos,
que apenas barajando algunos cromos
nos esforzamos en actuar distintos.
Pero más arrogantes que palomos
tratamos de mirar a todo el mundo,
pudiendo resultar igual que plomos
con ese aire cruel y tan rotundo.
Por eso no soporto ni un segundo
ver como se manejan con pericia,
y ante tanta mentira yo me hundo
si entrever entreveo la avaricia.
Que de razón la caridad carece
si tan sutil talante al mundo ofrece.
|