SONETO.-
Pecar contra la dicha propia cabe
cuando la depresión al hombre mata,
porque sus despropósitos acata
aunque la pesadilla nunca acabe.
Y nadie habrá en el mundo que le alabe,
porque bastante lástima desata
ver como su razón a un árbol ata,
hasta el juicio final, qué duda cabe.
Que si dueños no somos de la vida
poca esperanza queda bajo el lecho
que nos cobija y de calor nos llena,
si de valor carece ya el suicida
que decide marcharse insatisfecho
siendo el único juez de su condena.-
|