SONETO CONTINUO.-
Escuchando al común de los mortales
se adquiere sin igual sabiduría,
que en práctica se pone noche y día
en precaución de previsibles males.
Así se habrán de guiar los animales
al sentir el instinto en sintonía,
ante cualquier peligro que podría
poner el jaque, nuestros ideales.
Que de salud nos colme la alegría,
aunque manos echemos de rituales
y por qué no, de alguna fantasía
que nos cubra de besos maternales,
con los cuales el alma gozaría
de sus propios ambientes naturales.-
|